SABADO 1 DE OCTUBRE C.S.O CASABLANCA. 3 EUROS
Como primer punto, decir que
esto fue organizado (y muy bien, por cierto) por radio ELA, con un precio de
entrada más que razonable y más razonable aún los precios de las consumiciones
que eran “a la voluntad” (los tercios de Mahou calentorros a 4 € del Wurlitzer
se lo pueden meter por el culo). El dinero que se recaudó fue para mejorar la
infraestructura (nunca he sabido exactamente que significa “infraestructura”
pero queda de puta madre.)
Como segundo punto, fue en
una casa okupada, que parece que nos estamos aburguesando y acomodando un poco
(las colas interminables de Wurlitzer que se la chupen los modernos maricones y
las zorras comebolsas) y quitémosnos de prejuicios y los miedos (que yo también he tenido) atrás
quedaron esas casas de los 90’s donde las okupas eran un cagadero para perros anoréxicos,
un nido de infecciones donde se pillaba hasta la sarna (no es una exageración,
es real) y un paraíso para yonkis, camellos, trapicheros y quinquis
especuladores que alquilaban habitaciones a precios de risa.
Los tiempos han cambiado.
Bien, ahora comento el
concierto. Para empezar una joven banda (bueno, alguno hay mayorcito….) que se
estrenaban ese día.
Ejército
de desertores nos dieron una buena dosis de punk cafre y descarado, con un
cantante totalmente enloquecido y agresivo.
Tocaron 10 temas propios (la que más se me quedó fue “Quiero ser tu
puta”) y 2 versiones, una de G.G. Allen y otra de M.C.D. Crearon buen ambiente
y hubo pogo y diversión. Solo les pido que en el próximo concierto se desnuden
y caguen y luego se coman su mierda y nos la escupan, es vulgar pero sería la
bomba. Tiempo al tiempo.
Descargaron temas de su disco
“Let’s go smoke” y de su último trabajo que no lo controlo mucho. Como siempre
estuvieron de puta madre y es que estos chavales son “todo-terreno”, les puedes
meter en una okupa, en una sala pequeña o en un festival que siempre lo dan
todo en el escenario.
Para terminar ASANO HISTORICAL
SOCIETY, con su denominado estilo Blues-Punk. Alguno creyó que quizás no
convencerían el sector más punk, sin
embargo se metieron al público en el bolsillo con su labia y su alegría, y
también, todo hay que decirlo, los efectos del alcohol ya eran considerables
con lo que la euforia era mayor.
En definitiva un buen
concierto y una gran fiesta, y aunque el
sonido no fue demasiado bueno tampoco lo es en salas como la Fax o la Leyenda.
Sir
Arthur
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