Después de haberos contado un poco nuestras impresiones sobre el nuevo trabajo de Kante Pinrélico ahora os vamos a contar donde podéis verles y haceros con una copia.
Empiezan su nueva gira que han llamado
Nosferatour el viernes 31 de marzo en Vallecas, en la sala Hebe donde compartirán escenario con el grupo Distrito 11.
Al día siguiente ofrecerán una rueda de prensa abierta al público en Radio Vallekas, calle puerto del milagro 6 posterior, que será retransmitida en directo a partir de las 12 en la 197.5 de la FM o en su defecto en www.radiovallekas.org, también se puede escuchar a través del canal de youtube Radio Vallekas en directo.
Rueda de prensa promocionada por Zas Producciones, programa dirigido por Valeria Surcis (soy yo!) con la colaboración de Charly Rock & Roll y Jose Luis Navarro.
El mismo sábado por la noche estarán en Zaragoza, en la sala Zeta acompañados de la banda Kojones de grillo.
Esto solo acaba de empezar y promete!
No te pierdas estos eventos si eres de Madrid o Zaragoza, y si vives lejos y no puedes viajar escúchalos en directo el sábado!
Liquidación Total Fanzine
Fanzine sobre punk y otras cosas
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lunes, 27 de marzo de 2017
sábado, 25 de marzo de 2017
KANTE PINRELICO: VOODOO RITUAL
Kante Pinrélico presenta Voodoo Ritual
El 2016 fue el año en que Kante Pinrélico cumplió 30 años de trayectoria musical, una trayectoria "sin meta" como hace poco decía su cantante Pepe Moya en una entrevista radiofónica, probablemente no tener meta tiene que ser el secreto y el truco que estos "cuentahistorias" de este milenio tienen para estar tanto tiempo activos y sacar trabajos nuevos que superan siempre el trabajo anterior y lo hacen contando y cantando historias, siniestras a veces, irónicas otras veces, para espantar los pájaros negros que tenemos en nuestras cabezas y deleitarnos un rato evadiendo de la miseria de nuestras propias vida con algo que es una medicina para el alma desde siempre, la musica, probablemente en el Medioevo les hubieran quemado en la hoguera y hubieran vuelto en forma de niebla o humo denso a rondar nuestras cabezas, porque Kante Pinrélico son un bálsamo ancestral para las miserias humanas.
El 2017 es el año de Voodoo Ritual, su nuevo disco que hemos tenido el privilegio y el placer de escuchar y de que os dejo una pequeña reseña a continuación, pronto más noticias del grupo, info sobre gira y presentación del disco en Madrid, un saludo
Vale Paralelo
Voodoo Ritual (El Avispero 2017)
Los vampiros de Cartagena salen de sus ataúdes y vuelven a la carga con 12 nuevos artefactos altamente recomendables para seres depravados y otras criaturas de la noche.
No se andan por las ramas y nos ofrecen el menú especial de la casa: música oscura y potente cargada de ironia, sarcasmo y sangre, ¡Mucha sangre!
Parece que en este disco sacan a relucir su lado más punk y así lo demuestran reivindicando la figura de Christopher Lee, trasportandonos por Pasajes nocturnos, pasando un bonito día En el Manicomio o mostrandonos un Planeta Hostil mientras unos feroces Perros de lluvia ladran acompañados por unos Zombies en moto que desafían a los mortales a toda pastilla.
Pero entre tanta velocidad también hay tiempo para vivir momentos depresivos escuchando Canciones siniestras mientras, con móvil en mano, damos un paseo Entre Cipreses y esperamos a una nueva victima para completar la colección de Calaveras en mi bañera.
Y si el cuerpo te pide mambo puedes bailotear con riffs más rocanroleros jugando con Muñecas de Voodoo o saboreando un rico cocktail de Sangre, qué bien.
Con Voodoo Ritual nos vuelven a demostrar que Kante Pinrélico no son un revival o unas vieja gloria del pasado, son un grupo actual, fresco y constante con una formación completamente estable y compenetrada.
Hazte con este disco o acabarás siendo una muñeca con agujas clavadas en la cara, ¡Tú eliges!
Arturo Durán
El 2016 fue el año en que Kante Pinrélico cumplió 30 años de trayectoria musical, una trayectoria "sin meta" como hace poco decía su cantante Pepe Moya en una entrevista radiofónica, probablemente no tener meta tiene que ser el secreto y el truco que estos "cuentahistorias" de este milenio tienen para estar tanto tiempo activos y sacar trabajos nuevos que superan siempre el trabajo anterior y lo hacen contando y cantando historias, siniestras a veces, irónicas otras veces, para espantar los pájaros negros que tenemos en nuestras cabezas y deleitarnos un rato evadiendo de la miseria de nuestras propias vida con algo que es una medicina para el alma desde siempre, la musica, probablemente en el Medioevo les hubieran quemado en la hoguera y hubieran vuelto en forma de niebla o humo denso a rondar nuestras cabezas, porque Kante Pinrélico son un bálsamo ancestral para las miserias humanas.
El 2017 es el año de Voodoo Ritual, su nuevo disco que hemos tenido el privilegio y el placer de escuchar y de que os dejo una pequeña reseña a continuación, pronto más noticias del grupo, info sobre gira y presentación del disco en Madrid, un saludo
Vale Paralelo
Voodoo Ritual (El Avispero 2017)
Los vampiros de Cartagena salen de sus ataúdes y vuelven a la carga con 12 nuevos artefactos altamente recomendables para seres depravados y otras criaturas de la noche.
No se andan por las ramas y nos ofrecen el menú especial de la casa: música oscura y potente cargada de ironia, sarcasmo y sangre, ¡Mucha sangre!
Parece que en este disco sacan a relucir su lado más punk y así lo demuestran reivindicando la figura de Christopher Lee, trasportandonos por Pasajes nocturnos, pasando un bonito día En el Manicomio o mostrandonos un Planeta Hostil mientras unos feroces Perros de lluvia ladran acompañados por unos Zombies en moto que desafían a los mortales a toda pastilla.
Pero entre tanta velocidad también hay tiempo para vivir momentos depresivos escuchando Canciones siniestras mientras, con móvil en mano, damos un paseo Entre Cipreses y esperamos a una nueva victima para completar la colección de Calaveras en mi bañera.
Y si el cuerpo te pide mambo puedes bailotear con riffs más rocanroleros jugando con Muñecas de Voodoo o saboreando un rico cocktail de Sangre, qué bien.
Con Voodoo Ritual nos vuelven a demostrar que Kante Pinrélico no son un revival o unas vieja gloria del pasado, son un grupo actual, fresco y constante con una formación completamente estable y compenetrada.
Hazte con este disco o acabarás siendo una muñeca con agujas clavadas en la cara, ¡Tú eliges!
Arturo Durán
sábado, 2 de abril de 2016
Txarly Usher: un monstruo con mil cabezas
Primero fue Baudelaire, lo leo desde cuando tengo 13 años, ese tipo de poesía siempre me ha fascinado, malditos, tragedias personales, amor hacia lo oscuro.
Luego en mi pequeño mundo alguien le pone música a uno de mis poemas favoritos La Carroña, ese alguien es Txarly Usher, un monstruo con mil cabezas: Casa Usher, Carniceros del norte, Radiocrimen, Opus tea, Txarly Usher en solitario y no se que más, (resulta que ahora ha formado una banda para llevar su proyecto en solitario a los escenarios) este hombre sorprende con miles de proyectos, ¡ojo! y todos magníficos. Te puede gustar más uno u otro según tus gustos musicales, yo, me quedo sin quitar importancia a sus otros proyectos con Txarly Usher en solitario.
Llevo dos semanas escuchando su último álbum, Torres de Arena e intentando crearme en la cabeza una reseña que sea digna de un trabajo tan bello, porque la primera palabra que me viene a la mente escuchando el álbum, que consta de 13 temas es "belleza", belleza musical, belleza de unas letras tan profundas y duras pero al mismo tiempo delicadas, poesía pura convertida en canción.
Un álbum que me gusta escuchar en soledad, en mi soledad escucho las palabras de Txarly y me desprogramo y me vuelvo a programar, me pierdo y me encuentro otra vez, pienso en la maldad del mundo en mis miserias, en la maldad de la vida misma, en el cansancio de la espera.
Cada canción es una atmósfera diferente, te hace viajar en muchos lugares, en cementerios, en teatros que son la vida misma, en lo alto de una torre de donde te quieres suicidar para no soportar el dolor.
Pequeñas tragedias que hacer sangrar las heridas, porque las cicatrices no sangran pero hay heridas que nunca se curan, solo se pueden sobrellevar.
La cicatriz del nacimiento nos persigue hasta anhelar y esperar el descanso eterno, la muerte.
Txarly nos habla de ausencias, de las miserias del ser humano, del derecho a ser tu mismo, del derecho de creer en ti mismo, de los delirios de un borracho que decide destruir su cuerpo porque ese cuerpo es suyo.
Matate como quieras, sueña lo que quieras, aunque se te tache de ser un mal bicho, aunque te llegue una bofetada amarga y fría en toda la cara.
Txarly no quiere dar lecciones, no quiere ser el maestro de nadie.
Solo cuenta y pone música a su dolor que cuando lo escucho es el mio, reflexiona con autentica belleza sobre las pequeñas tragedias de la vida, todos tenemos, pero no todos sabemos ponerle música, ni darle voz.
Y yo sigo escuchando Torres de Arena, imaginándome tumbada en una taberna de mala muerte en compañía de Baudelaire fumando su pipa de opio.
Siempre vuestra Vale Paralelo
Luego en mi pequeño mundo alguien le pone música a uno de mis poemas favoritos La Carroña, ese alguien es Txarly Usher, un monstruo con mil cabezas: Casa Usher, Carniceros del norte, Radiocrimen, Opus tea, Txarly Usher en solitario y no se que más, (resulta que ahora ha formado una banda para llevar su proyecto en solitario a los escenarios) este hombre sorprende con miles de proyectos, ¡ojo! y todos magníficos. Te puede gustar más uno u otro según tus gustos musicales, yo, me quedo sin quitar importancia a sus otros proyectos con Txarly Usher en solitario.
Llevo dos semanas escuchando su último álbum, Torres de Arena e intentando crearme en la cabeza una reseña que sea digna de un trabajo tan bello, porque la primera palabra que me viene a la mente escuchando el álbum, que consta de 13 temas es "belleza", belleza musical, belleza de unas letras tan profundas y duras pero al mismo tiempo delicadas, poesía pura convertida en canción.
Un álbum que me gusta escuchar en soledad, en mi soledad escucho las palabras de Txarly y me desprogramo y me vuelvo a programar, me pierdo y me encuentro otra vez, pienso en la maldad del mundo en mis miserias, en la maldad de la vida misma, en el cansancio de la espera.
Cada canción es una atmósfera diferente, te hace viajar en muchos lugares, en cementerios, en teatros que son la vida misma, en lo alto de una torre de donde te quieres suicidar para no soportar el dolor.
Pequeñas tragedias que hacer sangrar las heridas, porque las cicatrices no sangran pero hay heridas que nunca se curan, solo se pueden sobrellevar.
La cicatriz del nacimiento nos persigue hasta anhelar y esperar el descanso eterno, la muerte.
Txarly nos habla de ausencias, de las miserias del ser humano, del derecho a ser tu mismo, del derecho de creer en ti mismo, de los delirios de un borracho que decide destruir su cuerpo porque ese cuerpo es suyo.
Matate como quieras, sueña lo que quieras, aunque se te tache de ser un mal bicho, aunque te llegue una bofetada amarga y fría en toda la cara.
Txarly no quiere dar lecciones, no quiere ser el maestro de nadie.
Solo cuenta y pone música a su dolor que cuando lo escucho es el mio, reflexiona con autentica belleza sobre las pequeñas tragedias de la vida, todos tenemos, pero no todos sabemos ponerle música, ni darle voz.
Y yo sigo escuchando Torres de Arena, imaginándome tumbada en una taberna de mala muerte en compañía de Baudelaire fumando su pipa de opio.
Siempre vuestra Vale Paralelo
domingo, 27 de marzo de 2016
The Danse Society un articulo de Fernando Barrajón
Queridas personas que leéis este blog, siento el parón pero me complace deciros que sigo con este pequeño espacio esta vez con un nuevo colaborador, Fernando Barrajón que nos propone este interesante articulo.
Espero que sea de vuestro interés y agradezco a Fernando su colaboración.
Siempre vuestra Vale Paralelo
THE DANSE SOCIETY.
(THERE
IS NO SHAME IN TRUTH)
UN ARTÍCULO DE FERNANDO BARRAJÓN
Es mi más
firme propósito que lo que voy a narrar a continuación sea lo más triste que
haya escrito nunca en todos mis escritos. Para ello, me gustaría que os
tomarais este texto como si éste formara un conjunto indivisible; un trozo de
granito del que se va a crear una bella escultura, pese a que pueda parecer que
muchas de las palabras en que se desgranan sus oraciones se salgan del contexto
de lo que debería de ser un artículo musical. Sé que estaréis pensando que este
tipo no escarmienta, que no cambiará
jamás. Siempre con sus intrincados laberintos, sus batallitas sentimentales, su
anemia afectiva. Eso, por no hablar de su obsesiva monomanía por los dichosos años de los ochenta, sus monocromáticas
bandas y uniformes melodías en las que intentaron cambiar la monotonía de la
sociedad y el sistema. A este respecto, no es que la bailarina de mi cajita de
música esté cansada y haya dejado de danzar, ni que yo me considere a mí mismo
alguien demasiado tozudo, pese a que muchos, movidos por rencores e intereses
creados, opinen lo contrario. Maniático, tal vez. Agresivo en mis pasiones, un
poco dogmático en mis ideales: Siempre un ser normal con sus defectos y virtudes,
sus pros y sus contras, la balanza más o menos equilibrada. En cuanto a esto, me
limito a insistir, simplemente. Se trata de mera obcecación, una especie de
inerte contumacia que me hace retornar reiteradamente a una etapa en la que yo,
por caprichos del Destino, no pude
vivir. Se me ha acusado tantas veces de ser un retrógrado, un inmovilista en
mis gustos y costumbres que, por ello, no puedo dejar de hincharme de orgullo
por haber puesto mi granito de arena,
desde mis artículos o las escasas sesiones de mis pinchadas que los encargados de las salas especializadas de la
capital me han permitido brindar, al comprobar cómo un elenco de bandas en Europa y, sobre todo, Norteamérica, ha retomado esa especie de
revisionismo musical que yo llevaba preconizando desde hace muchos años; una
forma de redescubrimiento de una tendencia que despuntó de un modo tan
brillante en las islas británicas hace ya más de tres décadas; una identidad
autónoma frente al resto del cotarro artístico únicamente emparentada, qué duda
cabe, con el Punk, pero poseedora de
una base diferente, un lirismo épico que no sólo se limitaba a evocar la
exclusión social que se abatía sobre la juventud, el paro, la guerra fría o la
amenaza nuclear, sino también la alienación del individuo y su depreciación en
un sistema robotizado que colmaría las más ambiciosas expectativas de
futuristas redomados como Isaac Asimov,
Arthur C. Clarke o George Orwell.
Ha
transcurrido mucho tiempo desde que preparé mi último artículo para The Black Box, un fanzine conocido en España y fuera de aquí, pero al final
tuve problemas con cierta gente y no lo me publicaron. Ha llovido bastante
desde entonces y algunas veces sobre mojado. El mundo no ha dejado de girar, el
hombre de envejecer, de buscar demasiadas cosas- como la felicidad- las
estaciones siguen sucediéndose las unas a las otras, los cataclismos, las
guerras, los mismos errores de siempre del ser humano. Asimismo, habréis podido
comprobar que, por circunstancias adversas, en ningún caso dependientes de mi
relación con mis antiguos compañeros o los nuevos responsables en el desarrollo
de esta publicación, en el pasado número de la misma, yo sólo constaba en su
sección de agradecimientos, salvo que bajo mi verdadero nombre, ése con el que
un cura me ungió (que desde entonces odio el agua, bendecida o no), y con el
que el Estado ha cifrado mi auténtica
identidad, haciéndome más controlable aún. Puede que, por ello, alguien se haya
acordado de mí. Incluso que haya echado en falta las extensas parrafadas que yo
elaboraba. Si es bueno divagar tanto, salirme de una manera tan descarada del
marco genérico al que debería ceñirse esta exposición...; si unos emplearían
estas letritas como lectura de cabecera y otros para envolver su bocadillo de chorizo antes de irse a trabajar...; si
el resto lo usaría simplemente para limpiarse el... polvo del tocadiscos: eso,
yo no soy quién para decidirlo. Aunque mi justificación pueda sonar a burda
excusa, con mis viajes a la Luna solamente pretendía amenizar, haceros
lo más interesante posible estos extremados circunloquios purgando, al mismo
tiempo, la absoluta desesperación que movía mi mano al trazar mis inveterados
monólogos, esta especie de cábala disléxica que sólo yo podía comprender. Si lo
he conseguido: ¡perfecto! Si no, que se me queme en la hoguera por haberme
beneficiado del nepotismo de las
musas para volver a sacarle de quicio
a todo, las prolíficas dotes de un ser cada vez más menoscabado por una vida
siempre injusta, eternamente agridulce. En resumen, de qué podía hablar alguien
que no tenía nada: De su pasado o de sí mismo; de poco más. Por ello, seguiré
siendo egoísta. Danse Society será
una simple disculpa, un pretexto para poder alcanzar un lento e improbable
desahogo, el infructuoso bálsamo que me permita conseguir ciertas dosis de paz,
unas leves micras del olvido que necesito y necesitaba. Al fin y al cabo,
aunque esto probablemente no interese a nadie, ni siquiera a la mujer a quien
van dedicadas, con sus dardos y sus flores, estas palabras: Yo era un artista. Lo
intentaba. Tenía derecho a poseer todos los vicios, los lujos. Hasta llorar,
soñar, enamorarme. Mi mayor error fue volver a albergar una serie de sueños,
una miríada de esperanzas que quise hacer despuntar de una vez por todas, como
la estela de un meteoro, en dirección al sol: vertiginosas, deslumbrantes,
sonoras. En fin de cuentas, debería haber aprendido hace mucho que el tiempo
cicatriza todas las heridas, pero que nunca las hace desaparecer completamente,
que no debería haber seguido utilizando mi rabia para intentar demostrar que me
encontraba hundido, ese deje instintivo que hacía que me pusiera en guardia contra todo y contra todos,
incluso frente a la mujer por quien hubiera sacrificado cualquier cosa, hasta
esta maldita e inútil dignidad. Tantos años pensando que las situaciones, esas
sutiles micropartículas en que se
vertebra el movimiento cíclico de las civilizaciones, se encontraban en
continuo devenir, constante metamorfosis, que terminé cayendo en el nefasto relativismo de que esta vez sería
diferente, que, por una jodida oportunidad
del Azar, en esta ocasión las ruedas
no volverían a pincharse nunca más. Escuchaba a Pink Turns Blue a su lado, en una habitación penumbrosa que hedía a
los efluvios de una barrita de incienso, y volvía a equivocarme. Eternidad, Gloria, ilusiones de no-disipación
bajo sus gafas de estudio, que dilataban una nomenclatura singular que no
comprendía. Lakatos, el Círculo de Viena, Falsacionismo... Había
que suprimir las barreras, todas esas asperezas de nuestra personalidad que
estaban consiguiendo minar nuestra amistad, aquella complicidad mutua, para
luego afianzar nuestras propias realizaciones destrozando esas otras murallas
impuestas por los hombres, los extraños, los de fuera. En ciertos aspectos podía
considerarse una revolución, un descamisamiento,
una forma de anarquismo. Sans-culottes del siglo veintiuno, souffre-douleurs
como cualquier otro, no sólo estábamos siendo regulados por jueces, políticos,
monarcas, sino también por una baraja de factores incubados desde nuestro
nacimiento, casi en contra de nuestra voluntad, en nosotros mismos, un
condicionamiento involuntario producido por accidentes como la herencia, la
tradición, nuestra propia anécdota empírica. Todas esas taras temperamentales
no eran sino tiranos interinos que gobernaban nuestras mentes y sentimientos,
nuestra propia relación. No quedaba más remedio que desembarazarnos de su yugo.
Yo tenía todo el derecho del mundo a amar a esa brujita buena, ese ángel caído en mis brazos merced a las carambolas
de la Casualidad. A besarla,
tenerla, poseerla cuando quisiese, por mucho que todas las leyes, tácitas o no,
de la Tierra , se
opusiesen. Oprimidos por prebendados a los que no les importábamos un carajo, había que machacar sus límites, esas fronteras irreales interpuestas entre
nuestros sueños y nuestra dicha, entre ella y yo. Por mi parte podían quedarse
con todo su oro, su petróleo, su mierda.
Para mí, todas las riquezas del mundo consistían únicamente en su cariño, sus
labios, perfilados bajo una nariz mesurada, helénica, remordida tantas y tantas
veces con afecto, esa mirada que se posaba dulce, plúmbea, terrosamente sobre
mí con una melancolía nigromántica
que no dejaba, ni dejaría jamás, de seducirme, sojuzgarme, abatirme. Por lo
demás, posiblemente las cosas jamás se emanciparían de las reglas que, desde
que me abrí paso de entre las pantorrillas de mi madre con las únicas
credenciales de unas lágrimas y un llanto desconsolado, habían tipificado mi
existencia. El bien y el mal, el cinismo, la malicia, la envidia, todos los
atributos del hombre no dejarían nunca de ser substancias indisolubles
atascadas para siempre en su longevidad, entes abstractos parapetados bajo la
escarcha de la falsedad, la mentira, lo subrepticio. Violador o violado, acusador
o acusado, martirizador de niñas de clase media, necias e incomprendidas,
histéricas compulsivas propagadoras de epidemias mundiales, desahuciado como
amante, enamorado, camarada...; sátiro, ladrón, traficante de drogas, borracho,
pedófilo, parricida, maltratador de oligofrénicas profundas con serios
problemas psicológicos, poeta maldito defenestrado por las editoriales
gubernamentales, asaltador a mano armada de ancianos y pensionistas, matricida,
parricida, abuelita, mano derecha de Bin Laden en los famosos atentados del 11-S, instigador de la Bomba-H ,
la Coca-Cola , el tabaco, la música Rap, O.T, padrino
del Bisbal, el Bustamante, discípulo aventajado de Jim Carrey... Podía darme con un canto en los dientes. Lo tenía todo, absolutamente todo. Había
logrado la unanimidad, el consenso, la concordia social. Lenin, Marx, Tejero, Alfonso Guerra. Lo habían intentado tantas
veces... Entretanto, me miraba en el espejo y no dejaba de preguntarme qué
sería eso que yo tenía, si apenas veía en él poco más que una mata de pelo, un
par de ojos, una resaca criminal. Magnetismo, sex appeal, un carisma irresistible. Dinero, desde luego que no.
Entonces, me di cuenta que todo se reducía a esa simpatía platónica que me
había granjeado a lo largo de mi vida tan infinidad de sinceras amistades. Mis
fieles amigos se habían encargado de propagar con tanta diligencia todo tipo de
calumnias sobre mí, empapando una reputación que yo, todo hay que decirlo, me
había forjado a fuerza de borracheras, peleas y demás excesos, que no podía
sino estar profundamente consternado por semejante demostración de deferencia.
Los intrigantes eran idiotas, pero sumamente eficaces. Todo el mundo les había
creído. Punto por punto, palabra por palabra, cartesianamente, como creen los
devotos. Con fe, sin una sola pregunta, como Dios manda. Mentes capadas por la envidia, cotillas malévolos cuya mayor satisfacción era blandir sus armas de
bruma cuando te dabas la vuelta, desaparecida esa sonrisa hipócrita que habían
mantenido todo el tiempo, tan sólo unos segundos antes, cuando familiarizaban
contigo; yuppies de pelo largo que
intentaban lucrarse a costa de la movida
gótica cuando llevaban años echando pestes de ella; rebaños de
oportunistas más ocupados en conspirar a diestro y siniestro que en preocuparse de qué música escuchaban, qué
simbolizaba ese ankh que les colgaba
del pescuezo o por qué lucían esa vestimenta tan rara por la que todo el mundo
les preguntaba si se les había muerto el
canario; echadores de males de ojo
emparentadas genealógicamente con la prima fea de Pocahontas que con las brujas de Salem gastaban todo el saldo de su móvil para llamar a la hechicera
de la tribu y pedir una receta que delegara todos los conjuros del infierno
para separarme de la mujer que quería; que no me volviera bizco, cojo,
impotente, me atropellara el AVE o,
en un arranque de demencia, acabara votando al P.P. Frustrados porque los Reyes
Magos nunca les habían traído ese
ataúd soñado, que siempre les habían pedido, un carbón muy dulce y su gran
novia. Luego, totalmente defraudados-, a quién habían ido a recurrir-, acabaron
intentándolo el día de su cumpleaños, pero fue estéril. Les trajeron un libro
de Anne Rice comprado en el Alcampo del barrio y una camiseta Fruit of the Loom o Sisters of Mercy, que no se atrevían a sacar de marcha, pero que daba el pego para ir a
la facu. Después lo intentaron con el
ratoncito Pérez y Papá Noel, pero Sta. Claus, indignado porque se siguiera poniendo en tela de juicio su sexualidad después de
tantos años, hizo oídos sordos a sus quejas. Se pasaron la noche de Halloween gimoteando porque se les había
partido una uña arañando el póster del Robert
Smith que les había regalado su tía África,
la solidaria de la familia, que siempre capeaba
el temporal cuando sus padres querían castigarles por llegar tarde o más soplaos que de costumbre, comentándoles
que lo que le ocurría a su hijo era normal, que solamente era una especie...- ¡coño, se expresaba tan bien la tía África, que el papaíto no se enfadaba!-
de aventura generacional, una crisis eventual, un rollo provisorio como el acné o la tendencia al onanismo de ciertos
adolescentes cuando les llega el momento de pelarse
la banana; que, más tarde o más temprano, el crío vería la luz y se haría un hombre hecho y derecho como su
padre y el padre de su padre y el padre de su padre de su padre. Dispuestos a
vender el alma de su progenitora por un paraguas en un día de lluvia, incapaces
de defenderse de las injurias de árabes ortodoxos, arios de poca monta o botes
de Cola-Cao con dos patas, acabaron
por ser el centro de la diana para los folletinistas de la prensa, que los veía
como una pandilla de cadenas inconexas poco comprometidas con causa alguna,
entre una moda y unos ideales que
nunca comprenderían. Finalmente, esta pobre gente acabó tachándome de todo,
entusiastas de ver cosas que sólo ellos habían visto: selenitas, ovnis, el monstruo del lago Ness, tréboles de cuatro hojas...,
hasta hubieran jurado y perjurado ver a la Virgen
si se hubiera mencionado mi nombre, pese a todos los pentagramas de Alchemy y los Marilyn Manson del universo.
En
un principio era mi intención original al concebir el borrador de este
artículo, confesar que la persona que tenía a mi lado cuando comencé a
garabatear sus primeras líneas, esa misma de la habitación en tinieblas y los
ojos canela, había sido la mejor recompensa ante todos los bulos y difamaciones
que, en un acceso de deslucidez, he venido sufriendo de unos años a esta parte;
que, en resumidas cuentas, ellos me habían provocado el mayor de los bienes al,
para decepción suya, hacer que ese alguien y yo llegáramos, pese a los lógicos
altibajos que sufre cada pareja en esta carrera de obstáculos que es el Amor, a prendarnos el uno del otro de la
manera que lo hicimos. Aparte de, y ahí os pido un poco más de paciencia,
comentar la trayectoria de uno de mis grupos favoritos, otra de ellas era,
aunque más remota, denunciar la indigencia cultural que inunda nuestros días,
salas y calles, de idiocias varias y botellas sin mensaje, la vaciedad de una vía láctea de valores que, y ahí entra
de lleno la contradictoredad vital,
no cambian nunca pero que, pese a ello: son modificados continuamente. Bien,
ante esto, tal vez las cosas hayan vuelto a variar; es cierto. Puede que, y
esto me duele casi de una manera definitiva, de un modo irreversible. A Meursault, el personaje de Albert Camus, se le reprobó, antes de
ser condenado a la pena capital, que no hubiera vertido lágrima alguna en el
entierro de su madre. De mí hubieran dicho que lo había hecho por mera
avaricia, por justificar mi pena, mi propio dolor. En tal caso mi hombría, en
todo momento, siempre estribó en no temer exhibir mis sentimientos, fueran
cuales fuesen. Por supuesto, tampoco lo haré en esta ocasión. Si me dejo
llevar, si grito, si mato, si lloro, si le pregunto al viento mudo, a este vaso
de vino rojo: Dónde estás, dónde estás, por qué me has olvidado..., no
traicionaré, pues, mis principios. Acaso mi
carácter no fue siempre mi destino.[1] Mesiánico, apologético,
castigado, como Sísifo, a arrastrar
esta tristeza enorme que anega mis horas día tras día, mes a mes, tampoco me retractaré, qué fútil sería
hacerlo, de mi antaña intención. Que no os choque, pues, el significado oculto
de esta disgresión. En este sentido, he de reconocer que desde que crecí y empecé
a convertirme en esta fruta madura en que yo, por merecimientos propios- qué
duda cabe-, me he convertido, nunca me tomé nada demasiado en serio. Ante todo,
la vida comenzaba para mí de dentro afuera, de arriba abajo, en el día a día.
Vacío como una noche sin sueños, etéreo como un cuerpo sin alma, el mundo
radicaba en los sentimientos, el alcance de una hipotética libertad, felicidad
incompleta que, ahora lo sé bien, jamás alcanzaré. Adagio de mí mismo,
cincelando a cada paso mi propia esquela, ésa que pedía no ser escrita por mí,
sino por una sola persona elegida, eterna, fiel, conociendo lo absurdo de esta
existencia, sabía de sobra que era inútil. Por eso, cuando conocí a... me
sorprendió tanto que, de repente, empezara a tener en cuenta ciertas cosas,
envidiar, casi, la existencia de personas que siempre me habían asqueado, esa
estabilidad de la que mi propia vida siempre había carecido. De la noche a la
mañana, comencé a temer algo que siempre me había infundido risa, prácticamente lo único que podría, en un
caso hipotético, separarme de ella: La Muerte ,
la soledad, la renuncia. Jean Genet escribió una vez que el sarcasmo es amargo y oculta fermentos de desesperación.
Louis-Ferdinand Céline también escribió que la mayoría de la gente muere en el último momento, pero que otros
empiezan veinte años antes y a veces más. A este respecto, yo siempre pensé
que no sólo había que aplicar este aforismo a las personas sino que,
igualmente, también había que imponérselo a las sucesivas gradaciones de la
Historia , la
crónica particular de cada uno. Antes aseguré que las cosas jamás alteran su
silueta, que, en el flujo temporal, éstas se estabilizan y ahí quedan. Lo
cierto es que, para algunos, por muchas vueltas que dé la vida: Éstas jamás lo
harán. Es a ellos a quienes van dirigidas estas palabras, en lejanos ecos que
se han degradado a no hacer sino simples proposiciones, sugerencias lejanas
llegadas de Dios sabe dónde, líquenes
viscosos en el fondo de un estanque junto a los peces muertos y los restos
fecales de todas sus mentiras, toda su hipocresía, ¡que ella nunca me dejará en
la estacada, (¡Dios mío, qué estúpido me siento ahora por, en un momento de ceguera,
haber llegado a escribir esto, casi seis meses más tarde!), como hizo la
mayoría cuando más necesitaba un hombro en el que reclinar la cabeza! ¡Que yo
volveré a encontrarla, a ganarla, a mantenerla conmigo para siempre, aunque sea
en el recuerdo...! Que se vayan lejos, pues, todos; tan lejos que puedan
olvidar mi ínfima presencia, mi miserable ausencia. En cuanto a ti, nunca lo
olvides porque, ocurra lo que ocurra, por muchos giros que dé el Destino: Nadie fue, sólo tú. Nada es,
simplemente: TÚ, TÚ, TÚ... y siempre
lo será.
¡SIEMPRE TE QUERRÉ!...
¡PERO TE MENTÍA!
"Estamos en el fondo de un infierno, cada
instante del cual es un milagro". (E. M. Cioran).
De origen Danse Crazy, (Danse Craze,
con algunos carteles publicitarios de la época), esta banda de Barnsley se originó mediante la fusión
de otras dos: Y? y Lips-X, posiblemente, como años más tarde
reconocería su teclista, Lyndon Scarfe:
"Las dos únicas en toda la ciudad que no querían emular a Status
Quo.". Como otras similares, el nuevo proyecto formaba parte de una
nueva generación de jóvenes y entusiastas formaciones con una personalidad
homóloga. Radicadas en su amplia mayoría en el Reino Unido y luego establecidas en el resto del continente como
una corriente revolucionaria, casi reformista dentro del Punk, esta tendencia estuvo dotada de grupos de cierto renombre
dentro de los ambientes alternativos ingleses, pero también por otros menos
reputados, aunque no por ello de una calidad menor, como 1919, Ausgang o Leitmotiv. En lo que concierne al estilo
de la banda, su nombre puede conllevar al mayor de los errores. Danse Society no pretende fomentar la
música de baile, aunque el ritmo de algunas de sus canciones alcance el
frenesí, la epilepsia, en una época en que la Thatcher
y Ronald Reagan marcaban el compás y
en la que manipuladores de prestigio como Malcolm
Mc.Laren, Vivienne Westwood y su timo
neo-romántico arrasaban en los charts
planetarios. Precisamente, Danse Society
hace lo opuesto: denunciar el carnaval social, el olvido de una sociedad de confort que comenzaba a no recordar la Historia más reciente del género humano en aras
de un bienestar personal promulgado desde tiempos de la post-guerra desde Dresde, Hiroshima o Sachsenhausen;
la bulimia de unos valores y la inepcia de una cultura guillotinada por una
economía que presuntamente nivelaba a la mayoría creando, sin embargo, cribas
clasistas que nunca, pese a todas las democracias y las igualdades del mundo,
lograron eliminar los prejuicios elitistas, las injusticias de siempre. En eso
estribaba la danza, el baile, la amnesia de una Humanidad que no afinaba la memoria, acordándose de lo que es, lo
que debería ser. Partiendo de la base de que Danse Society poseía uno de los frontman
con más personalidad del momento (Steve
Rawlings), por no citar a su percusionista (Paul Gilmartin), para mí el más talentoso de los baterías de la
época, la música de la banda podría inducir al baile en muchas de sus
canciones, la atmósfera, el recogimiento en otras, el repliegue de nosotros
mismos ante los avatares de la vida en una mística pagana que a veces podía
rayar el cielo, en otras el peor de los infiernos. Completada la formación por Tim Wright (bajo), Paul Nash, a la guitarra, y el citado Lyndon Scarfe como teclista, sustituyendo a Paul Hampshire y Dave Patrick,
y que duraría casi hasta la desintegración de la banda, cuando Paul Whitaker sustituyó en las teclas a
su organista de siempre, el primer concierto de Danse Crazy fue en el Royal, de
Sheffield, que precedería a su
actuación en el Futurama 2 Festival, en
Leeds, junto a bandas del calibre de Siouxsie and the Banshees, Echo and the Bunnymen o U2, gente con la que, según
reconocieron ellos mismos, les asustó
terriblemente tocar. De este tiempo datan sus primeras grabaciones, como la
desconcertante "There is no shame in
Death", luego editada como 12",
el cambio definitivo de denominación y formación y la salida al mercado de su
primer single: dos reivindicaciones anti-belicistas tituladas Clock y Continent, en julio del 81,
temas registrados en los RikRak Studios de
Leeds y que basarían la primera fase
en la carrera de Danse Society, la
más oscura, aproximadamente hasta dos años después, en que su estilo padeció
una neta desvigorización con el L.P Heaven
is Waiting, claramente más comercial que sus anteriores producciones. Tras
la edición de There is no shame in Death,
(junto a otros dos temas: Dolphins y These Frayed Edges), llega la época más
fría en la biografía del grupo, caracterizada por la predominancia de su base
rítmica, únicamente aplacada por la voz de Steve
y los solapados dibujos melódicos de Lyndon.
Asimismo, pronto llegarían los días de éxito. Con la posibilidad de tocar en Londres y Manchester, John Peel se
fija en ellos, dan una mini-gira por Holanda y editan, en marzo del 82, el single y posterior 12": "We are so Happy", posiblemente su tema más notorio,
gracias a su subsiguiente participación en el primer volumen Gothic Rock de Mick Mercer/Jungle Records (1992).
Con este maxi, completado por los
fenomenales Belief y Woman´s Own, hicieron su primera
aparición en el programa Riverside,
de la BBC. Posteriormente ,
en septiembre del mismo año, Danse Society editaría en su propio sello (Society Records) un mini-álbum
de seis canciones, el, para mí, más significativo de la banda: Seduction, con el que terminaron
labrándose una consagrada reputación como una de las mejores formaciones del Positive-Punk británico. Seduction, recogía toda la auténtica
tradición “societera” desde sus
orígenes, salvo que, quizá inconscientemente, premonizando de un modo sibilino
el giro estilístico que los caracterizaría a partir de ese momento en, lo que
podríamos denominar, el hemisferio de su carrera. Efectivamente, Seduction es una especie de eslabón
perdido que engloba los primeros pasos de la formación en temas como Ambition, Godsend o Falling Apart y
empieza a emplazarnos a lo que sería su consiguiente evolución, tal vez
directamente relacionada con su época de mayor apogeo y su contrato con Arista, en otros como My Heart o, incluso, totalmente
deseslabonadas del resto, como el remake
de In Heaven (Everything is fine), de
Eraserhead, uno de los filmes de culto de David Lynch. Seduction,
alcanzaría el puesto número dos en las listas independientes británicas, lo
mismo que su siguiente gran hit, con
toda probabilidad el mayor de su historia. Grabado en diciembre de 1982 y
sacado a la venta a comienzos del año siguiente, Somewhere, prácticamente lo último que la banda sacaría como
netamente independiente, también alcanzó el segundo lugar en los indie charts, por encima de bandas de la
magnitud de Depeche Mode o New Order. En Somewhere, que también sería reeditado por Mick Mercer en el tercer y, hasta el momento, postrero capítulo del
Gothic Rock junto a otras como Sex Beat, Rubella Ballet o The Dark,
se alcanza ese grado de sensibilidad que hasta ahora parecía haber quedado
velado, a punto de emerger del resto de canciones de Danse Society. Para mí el mejor corta duración del grupo, Somewhere está escoltada por una
preciosa instrumental titulada: The theme,
una auténtica maravilla donde todos los miembros del mismo, exceptuando, por
razones lógicas, a Steve Rawlings,
dan una verdadera exhibición de alarde musical. Completa la triada Hide, tema mucho más afín a la clásica
onda Danse Society.
Fue por aquel entonces cuando, ya
verdaderamente consolidados, abandonadas para siempre la etiqueta de formación
promesa dentro de una cohorte de posibles revelaciones que se quedarían a medio
camino, Danse Society firma con Arista, lo que les da la oportunidad de
grabar en buenos estudios, adquirir mejor instrumental y hacer giras ambiciosas.
En Heaven is waiting, realmente su
primer álbum, si exceptuamos una
edición limitada en vinilo coloreado de 300
copias de un concierto grabado en la prestigiosa Odissea 2001 de Milán y
una primera recopilación editada con anterioridad de sus primeros maxis en Inglaterra y con dos impresiones diferentes más, francesa y
canadiense, ya se puede percibir claramente la apertura estilística del grupo,
irrefutable tras el arrollador principio de Come
Inside, pero más patente en canciones como los 12": Heaven Is waiting" (con su encantador y pegadizo
estribillo), la curiosa versión de los Rolling:
"2000 light years from home", o Wake Up, cuya cara B,
sin embargo (The Seduction), es la
mejor, según mi opinión, de Danse Society
en toda su carrera, y cuya violenta energía no deja de hacer todo ese tipo de
cosas que sólo pueden las buenas, las mejores, las exclusivas, desde el primer
al último surco del vinilo. Producido por prestigiosos ingenieros de sonido y
productores como Nigel Gray y Phil Thornalley (The Cure), Heaven is
waiting no abandona, para conseguir un mayor índice de ventas, el testigo
que Danse Society ha llevado desde el
propileo de su carrera, sino que lo empuña bien alto en otras composiciones
como The Hurt, Valiant to Vile o The Night. Para los más minuciosos,
añadir que la edición americana del elepé
contenía un tema adicional (Somewhere),
como la posterior reedición del mismo por Great
Expectations, actualmente bastante rara de conseguir, que contenía cuatro
más, curiosamente las mismas que en su primera edición en cassette: Arabia (del 12" Wake Up), Lizard Man (de Heaven Is
Waiting), más otras dos que ya he mencionado más arriba: The Seduction y The
Theme, en su nueva versión.
De estas
fechas, datan también varias
remezclas para los clubs y la radio
de Danse/Move, antiguo tema del Seduction, también producidos por Nigel Gray (Tim Parry, habitual mezclador de los Cure, se negó a ello), de corte indudablemente más bailable; su
participación con Red Light (Shine),
en la recopilción del zine: Debut L.P y
su gira por España (en julio de 1984) donde, como dato curioso
de su concierto en Madrid, Steve Rawlings salió chapurreando bajo los primeros acordes de Wake
Up: "We are Danse Society, ¡Viva
España!".
Tendríamos que esperar
aproximadamente dos años para volver a tener más noticias de Danse Society. Su nuevo disco: Looking Through (1987), expresamente
autoproducido por ellos, recoge el sentimiento de una época renaciente; el
canto del cisne de una edad dorada que, con el aposentamiento del marketing musical, la muerte de las ideologías
y el establishment del peor
de los realismos sobre el continente europeo,
es fiel reflejo de lo que está ocurriendo en el resto del mundo. All I Want, Sunset Gun, Looking Through..., poco
hay que reseñar sobre este disco. A estas alturas había decaído, vendido o
reciclado, la mayoría de los protagonistas de esta dilatada crónica del
quinteto. Los otros se querían esconder de la marabunta, huir de la peste, la
epidemia; escapar a algún sitio desierto. En lo que concierne a Danse Society Internation- como así se
conocían en esa época-, pese al consiguiente experimento-descalabro del Looking Through, Rawlings formó Society en
solitario, y, a secas, editó: Saturn Girl/Love It/ (7 y 12"), producido por Youth, uno de los famosos y reputados artistas
del grupo Killing Joke y Brilliant. Sus últimas descalificaciones
son varias reediciones puestas a la venta en diferentes formatos como single, maxi y remezclas para disc-jockeys en
los clubes ingleses underground, como
Say It Again, con la patética Sensimillia en la cara B y Treat Me Right;
o lo último de la banda: Hold On (to what
you´ve got), con sus pertinentes y correspondientes caras b y pastiches. Mientras
tanto, el resto de los miembros originales, aparte de Steve Rawlings, formaron Johnny
in the clouds, junto con Mark Corpson
(un nuevo cantante, antes de estar en Music
for pleasures), grabando algunos demos
y tocando en algunos conciertos en varios países europeos, disolviéndose en
muy pocos meses.
Después del año mil novecientos ochenta y siete, Anagram Records reeditaron en CD
el mini-lp: The seduction (la creación artística más acreditada de los críticos
y sus fans, primorosa y con más
calidad en la grabación del conjunto), en formato de recopilación y monografía
de varias etapas, incluyendo singles desconocidos y una segunda edición con bonus tracks como Heaven is waiting (la primera edición en 1992, editada por Arista)
y Looking through, el peor álbum que
sacaron en su carrera. Pasó el tiempo y, a finales del 2009, los anteriores músicos de The
Danse Society: Paul Nash, Paul Gilmartin, David Whitaker y Steve
Rawlings, se reunieron después de veinticuatro
años, para unir la banda e intentar crear más temas en un nuevo proyecto, con
la aspiración de volver a sacar elepés
y regresar a los escenarios, envueltos de tupidas densas humaredas de niebla en
la tarima. En los siguientes nueve meses
grabaron algunas pistas instrumentales, acordes de voz y melodías de sintetizadores.
Se habían juntado con el experto y principal cantante de la banda en Reino Unido en octubre de 2010, pero Steve Rawlings volvió a Estados Unidos, donde vivía, sin
ninguna decisión. Los planes cambiaron, desilusionados, tras aquella famosa reunión,
perdiendo otra vez ningún tipo de contacto con él. En enero de 2011, la
conocida vocalista de Blooding Mask (Maethelyiah), le pidieron los musicalistas que se uniera con ellos y
grabaron trece nuevos temas; se
mezclaron en un estudio y publicaron: Change
of Skin, antes de lanzar dos dobles
singles: Vatican y The Seduction 2012
(remake del original de The seduction), mientras ambos vídeos se
editaron, al mismo tiempo, con cuatro
videoclips en youtube y cadenas
televisas independientes británicas. La elaboración y el estilo moderno de
ahora y sus composiciones eran un poco innovadora del principio de su carrera.
No cambiaron su estado melodioso indestructible y ecléctico desde hacía treinta años, imaginando que consistía
puramente la normalidad de la vida, el efecto del tiempo y la madurez de los
años y las personas, pero su inspiración en sus conciertos hipnotizaba de nuevo
la mayoría de las veces la forma de ser a sus nuevos fans y sus antiguos entusiastas y admiradores de siempre por su
filosofía en sus letras, su música rítmica, repleta de sensibilidad y energía. Su
primera actuación en veinticinco años
fue en el famoso festival alemán en el Wave
Gothic Treffen, seguida en otras actuaciones y certámenes, con el actual bajista:
Martin Roberts. Un segundo álbum,
tras la reunificación, se lanzó en el mercado musical en 2013: Scary Tales, con videoclips oficiales como White rabbit, con un cover de la canción de Jefferson Airpline. La banda estaba de
nuevo trabajando en el tercer álbum, con nuevos conciertos como en Treffen (Leipzig), otra vez, y en otros festivales, como cabezas de cartel, como
en Whitby Goth Weekend. En febrero de 2014, Danse Society emitieron en la prensa un anuncio oficial que Paul Gilmartin y Martin Roberts, inesperadamente, y sin saber por qué, iban a dejar
la banda, dando a lugar la cancelación de una serie de actuaciones y próximas
giras. El último miembro restante de la formación original- el guitarrista- era
Paul Nash, quien informó que él, con Whitaker y la cantante, continuarían con
la misma recta línea en el mundo de la música. Mientras tanto, el batería Gilmartin y Roberts, presuntamente iniciaron conversaciones con el vocalista
legendario Rawlings, intentando
atraerlo a Inglaterra para crear sin
tapujos el renovado Danse Society Reincarnation y sacar un CD, pero no pudieron conseguirlo. ¿Todo
lo demás? Las últimas noticias que me llegaron, delatan que sacaron el año
pasado-2015-, un single (If I were Jesus)
y un par de cedés, pero en dos
formaciones diferentes: el VI, con
buenas y míticas armonías de los reconocidos Paul Nash y la vocalista Maethelyiah,
como Into the red o temas frescos
como Freakshow. Volvieron a editar
otro disco: Reincarnated, en las que
la mayoría de los temas eran versiones actualizadas de canciones antiguas como Come inside, Red Light o Valiant to Vile
(del LP Heaven is waiting) y otras novedosas canciones, como Glory or grace (La gloría de la gracia, cuando sus oscuras tonadillas rompían el
silencio, una rebeldía eterna y radical, casi utópica, de su discografía; su
mentalidad de su odio al servilismo y la mediocridad de la sociedad, como
muchos de los grupos de los 80, intentaban demostrar el cambio de los
cimientos de las injusticias del planeta; sus construcciones melódicas y
metódicas del bombardeo de su música cuando grababan y tocaban; era todo ¡esto!).
Nash se había ido, a raíz de algunos problemas
personales, y, Paul Gilmartin, (el percusionista
Gigi, como le llamaban en los ambientes
con su apodo), ya tenía músicos para volver a hacer lo que siempre quiso. Lo
más importante era encontrar un cantante con eficacia y fuerza, en el que ciñera
su temperamento y su forma de ser con el estilo de The Danse Society en el mito de la historia del postpunk. Un tal Brian Shaugnessy lo tenía y Gilmartin
le propuso que hiciera una prueba en un ensayo y le encantó. Poseía la
competitividad y el talento en el que se asemejaba el ascendente tono de voz de
Ian Astbury (Southern Cult, Death Cult y lo más renovado y más conocidos: The Cult), con algunas influencias de Steve Rawlings. Y así sacaron: Reincarnated, como un terremoto. Así fue la historia de una leyenda básica
de este tipo de música, de la movida siniestra
o el punk de esta década, el
intento de la revolución de la juventud y el consorcio humano de este mundo. Hoy
por hoy, hay que tener bastante fortuna para conseguir alguno de los discos
originales de Danse Society. Sobre
todo en vinilo. No obstante, existen en el mercado dos lanzamientos, en formato cedé, de Heaven is Waiting (como dije),
con algunos bonus tracks, y una
recopilación muy recomendable para Jungle/Cherry Red Records, como este label ya hiciera en su momento con otras
como Specimen o Skeletal Family en su Goth
Collector Series, llamada Seduction
(The Society Collection), con
canciones seleccionadas por uno de los propios componentes de Danse Society y que engloba su época
primeriza. Lo demás, es fácil de prever. A mi edad siempre me he planteado,
mientras escuchaba un grupo de estas características, lo que la vida habría
hecho de cada uno de sus componentes. No en vano, el apetito de una identidad
es un sentimiento universal. Todo el mundo necesita llamarse a sí mismo de
algún modo o que alguien se lo llame. No es cuestión de culturas, razas, de un
mayor o menor refinamiento. Los pobres, los ricos, los más y los menos,
requieren que alguien les apele, les califique de algo bueno o algo malo, que
se les tenga en cuenta. Ser un espejo es considerar que se tiene a alguien
cerca, frente a ti, que se es grande, muy grande. Te vean o no te vean, la vida
es una orientación sin sentido de la que no se regresa, trémulo escupitajo que
ahí queda, rendido al calor, la disgregación de las precipitaciones, las
circunstancias. Hacer ejercicios, experimentar para poder decir, para aprender
a hacer, para saber equivocarnos correctamente con una posterioridad medida.
Amar, para odiar. Odiar para saber diferenciar, para poder gritarle bien alto a
las tormentas de la existencia que se ha podido querer una vez en la vida, sólo
una vez, bien aposentados entre las cuatro paredes de nuestra comodidad, los
conglomerados laberintos de la funcionalidad mundana; ir recorriendo ésta como
se recorre el breve tránsito que va desde el dormitorio al cuarto de baño de
nuestro hogar, aprovechándose de las mondaduras, los despojos que otros han ido
dejando en nuestro camino, manzanas mordisqueadas por las que debemos agradecer
a Dios y el resto de las falacias de la Historia su propiciatorio don, la benévola
clemencia que nos haga sentir por un corto intervalo de tiempo menos miserables
y efímeros, algo más de lo que en realidad somos, de lo que nunca llegaremos a
ser... Estar lejos, estar cerca. Es lo mismo. Siempre seremos el centro, el eje
de otro eje, el pasado de otro pasado, un nuevo fracaso inmiscuido en otro
fracaso... Danse Society desapareció,
y punto. No hay nada más que decir. Como todo se va, como todo muere, como
todas las cosas, las personas, las sensaciones, los sentimientos: Sin dejar
rastro. En cuanto a este artículo, indudablemente hay un grafismo inevitable en
las expresiones faciales. Las sonrisas, las muecas, los gestos. Hasta en los
sollozos. Por eso mismo la Literatura , la manera
de codificar los sentimientos individuales a través del alfabeto, esa especie
de código transformador, siempre han constituido para mí mi rango distintivo,
la auténtica expresión de mi alma igual que, para otros, ésta consistía en ver
una película en el cine o, simplemente, ir los domingos con los amigos a tomar
el vermút al bar de la esquina, única manera de escabullirse de los barrotes de
zafiro de su propia frustración. Por este motivo no es obvio aducir que este
artículo, declaración, testamento, ajuste de cuentas o lo que pueda parecer, no
es un fútil reflejo de la realidad, sino que todos sus protagonistas son
reales, cada cual con su propia culpa, su pertinente responsabilidad, empezando
por mí. Así que, ladies and gentleman, aquí se acaba esta historia.
El que esté libre de culpa, que arroje la primera piedra... ¡Pero, por favor,
que esta vez que sea a la cara!
Háblame,
háblame, distráeme. Es una tontería tan grande lo que acabo de reprocharte,
descenso sin sueños que no me reunirá contigo. Dormir, soñar, es tan inmensa
esta estupidez. Sácame de este abismo para volver a hundirme en sus intestinos
cuando ya no te valga mi inutilidad. Defécame; defécame fuerte y más fuerte,
hacia las estrellas. Vomítame desde lo más hondo de tu tribulación. Constrúyeme
un futuro en el que yo pueda tocar y besar como poseo con facilidad tus labios,
tu cuerpo, tu odio, cuando tú te das cuenta de las ilusiones ópticas que
destilan mis miembros, las prórrogas y esperanzas que nunca pudiste hallar en
este espíritu acorazonado... Maldíceme. Simplemente destrúyeme, para que yo me
haya sentido una sola vez vivo y más vivo, muerto y menos muerto.
Ódiame o venérame.
Pero
haz algo conmigo, haz algo ya, por favor: Aunque sea matarme.
¡Aunque
sea olvidarme...!
Una nueva noche cae sobre la ciudad,
una bruma de oscuridad...
A RAKEL:
PESE A TODO, PESE A ELLA, POR TODO, POR NADA.
("Todos me advertían que esa chica acabaría
conmigo, que un fuego inusual encendía el interior de su cerebro. Pero, yo creía
que cada palabra que decía era una verdad como un templo. Su ingeniosa cabeza
me demostraba que ella era de carne y hueso, no como las demás. Desde el primer
momento, su mente fue su parte prohibida[2]...)
OTRO ARTÍCULO
AMARGO DE FERNANDO BARRAJÓN (UPIRO). 2003-CON NUEVAS NOTICIAS DE THE DANSE
SOCIETY: 2016-SIGLO XXIV.
6.
sábado, 7 de noviembre de 2015
Crónica concierto Alustyza + Clave Zero, 7-11-2015
Ayer era el gran día, en radio vallekas no hemos parado de anunciar este concierto y por la ocasión nos reunimos unos cuantos compañeros que no podíamos faltar a esta cita con Clave Zero, de Madrid, y Alustyza de Barcelona.
El evento fue en la Sala Live de Carabanchel, nunca había estado en esta sala y debo de decir que es muy guapa, con un sonido excelente y con pantallas de vídeos por doquier diseminadas por la sala: mola.
También a mi me ha molado el horario de empiece, puntual, prontico como debe de ser para complacer a una señorita de mi edad : 20.30, antes las dos bandas dieron una rueda de prensa a la cual no pude acudir aunque sea "de la prensa".
Empezaron la noche Alustyza, grupo rock de Barcelona. En 2014 anunciaron su separación, y ayer volvieron a los escenario, justamente aquí, en Madrid.
Sinceramente no los conocía y la verdad que me pareció un buen grupo y unos músicos muy buenos. Les seguiré las pistas.
Llegó el turno de Clave Zero. En el último post de este blog presenté su trabajo: Partiendo de Zero, que se ha convertido en un plis plas en uno de mis discos favoritos de la temporada.
Voy a decir la verdad esperando que no parezca peloteo, es muy difícil que un grupo nuevo se convierta en tan poco tiempo en unos de mis grupos favoritos, pero estos chicos tienen madera y tocan de verdad muy que muy bien.
Empezaron el concierto con una coreografía original y de gran impacto,con una música de fondo una mujer, tapada con capucha( tipo fraile) gritaba a los músicos, la única pega de esta performance es que la chica no tenía micrófono y no se si me estoy quedando sorda o que ...pero mi consejo para la próxima para que salga si puede ser más cojonudo aún es que se haga con un micro , también para conservar su voz.
Empezaron con Asfalto de arena, tema que abre su cd, siguieron con Caer de pie mi canción favorita, que Willy dedicó a las mujeres maltratadas en ocasión de la marcha en contra de la violencia de genero que fue justamente ayer.
Salvaje, un nuevo tema me dejó con ganas que estos chicos saque muy pronto otro cd.
Siguieron con Conspiraciones El estanque, Adiós, una preciosa balada, que empezó con una intro, del adios a En el infierno, Traición, Perdido, El esquimal.
Acabaron con una versión de los Beatles (si, he tenido que preguntar a mi amigo Charly de quien era la canción , y que? yo soy punky jajajaj) Help, precedida por una dedicatoria preciosa, no tengáis miedo a pedir ayuda, dijeron. Santas palabras.
Y acabaron como no con Sin limite...................mis partes han disfrutado mogollón....jajajaja.
Clave zero tienen una puesta escénica digna de veteranos de la música, lo que quiero destacar que aunque siempre en los grupos la figura del cantante sea la más fuerte en este caso, todos los componentes del grupo tienen un gran protagonismo, hasta el batería que es la persona que siempre se queda detrás.
Gran concierto si señor para una banda novel que promete mucho.
A mi sinceramente la voz de Willy me encanta y me conquista. Es el tipo de voz que me chifla. Y todos los componentes del grupo son guapos, simpáticos y buenos músicos.
Ala ya he peloteado bastante.
Decir que acabaron con un sorteo de una guitarra, que no gané ...que le vamos a hacer.
Conciertazo,uno de los mejores que he visto últimamente.
Enhorabuena, un orgullo y una satisfacción haberos tenido tan presentes en nuestra querida radio vallekas. Si, hoy me he despertado muy campechana.
¡Hey Pibe, escucha a Clave Zero!
Nos vemos en el infierno
Siempre vuestra
Vale Paralelo.
sábado, 24 de octubre de 2015
Una buena manera de empezar: Partiendo de zero, primer cd de Clave Zero
Esta mañana pensé....joder, ¡tengo super abandonado el blog! Pues como suelo ser muy impulsiva pensé también:- pues voy a aprovechar que hace poco tuve el placer de llegar a mi casa con el primer cd del grupo Clave Zero
que los mismisimos chicos me han amablemente regalado y lo escucho con atención e intento hacer una reseña.
Dicho y hecho como suelo funcionar yo.
Me puse el cd, cogí las letras y me senté a escucharlo. Lo canté un rato y luego lo escuché tres veces más.
La cuarta vez ha sido ahora.
Primero decir que Clave Zero son un nuevo grupo formado por:
William Rogo, voz
Jon Qsktus: bajo y coros
David Garijo "Vivi", batería
Garijo, Guitarra solista, piano, armónica y coros
Pedro Morales: guitarra rítmica
El cd se titula Partiendo de zero y sinceramente empiezan muy bien, son 7 temas (¿para que más si el trabajo es muy bueno?) más un tema descargable por Itune .
El Cd empieza muy cañero con el tema Asfalto de arena, tema muy pegadizo, sigue con mi canción favorita Caer de pie, cuya letra es a mi modesta opinión preciosa y me identifico mucho, este tema fue el primero a llamarme la atención cuando escuché sonar al grupo por primera vez en mi querida Radio Vallekas, quizás porque tienen un ramalazo a Carniceros del norte que es uno de mis grupo favoritos, los coros final de la canción son super pegadizos y todavía están sonando en mi cabeza.
Sigue el cd con En el infierno (esta vez ramalazo a Extremoduro) y Adiós que son para mi lo más similar a unas baladas románticas que podemos encontrar en este cd , para finalizar este primer trabajo vuelven a dar caña con temas como Traición, El esquimal y Sin limite.
Desde luego un buenisimo trabajo y estos chicos prometen muchisimo, destacar los coros de todas las canciones que para quien como yo es una amante de los grupos con coros están muy currados.
Hazte con una copia de este cd ahora mismo contactando con el grupo a través de clavezerorock@gmail.com y no te pierdas su próximo concierto el 7 de noviembre en la sala Live de Carabanchel junto al grupo Alustyza
Yo allí estaré a cantar a gritos todas sus canciones, ¿vamos juntos? Tengo dos entradas a la venta en mis manitas, contactadme
Siempre vuestra
Vale Paralelo
Foto, cortesía Clave Zero |
que los mismisimos chicos me han amablemente regalado y lo escucho con atención e intento hacer una reseña.
Dicho y hecho como suelo funcionar yo.
Me puse el cd, cogí las letras y me senté a escucharlo. Lo canté un rato y luego lo escuché tres veces más.
La cuarta vez ha sido ahora.
Primero decir que Clave Zero son un nuevo grupo formado por:
Foto cedida por Clave Zero |
William Rogo, voz
Jon Qsktus: bajo y coros
David Garijo "Vivi", batería
Garijo, Guitarra solista, piano, armónica y coros
Pedro Morales: guitarra rítmica
El cd se titula Partiendo de zero y sinceramente empiezan muy bien, son 7 temas (¿para que más si el trabajo es muy bueno?) más un tema descargable por Itune .
El Cd empieza muy cañero con el tema Asfalto de arena, tema muy pegadizo, sigue con mi canción favorita Caer de pie, cuya letra es a mi modesta opinión preciosa y me identifico mucho, este tema fue el primero a llamarme la atención cuando escuché sonar al grupo por primera vez en mi querida Radio Vallekas, quizás porque tienen un ramalazo a Carniceros del norte que es uno de mis grupo favoritos, los coros final de la canción son super pegadizos y todavía están sonando en mi cabeza.
Sigue el cd con En el infierno (esta vez ramalazo a Extremoduro) y Adiós que son para mi lo más similar a unas baladas románticas que podemos encontrar en este cd , para finalizar este primer trabajo vuelven a dar caña con temas como Traición, El esquimal y Sin limite.
Desde luego un buenisimo trabajo y estos chicos prometen muchisimo, destacar los coros de todas las canciones que para quien como yo es una amante de los grupos con coros están muy currados.
Hazte con una copia de este cd ahora mismo contactando con el grupo a través de clavezerorock@gmail.com y no te pierdas su próximo concierto el 7 de noviembre en la sala Live de Carabanchel junto al grupo Alustyza
Yo allí estaré a cantar a gritos todas sus canciones, ¿vamos juntos? Tengo dos entradas a la venta en mis manitas, contactadme
Siempre vuestra
Vale Paralelo
miércoles, 18 de marzo de 2015
Obediencia: entrevista
Acabamos la trilogía de presentación del concierto de mañana 19 de marzo en el gruta 77 con la entrevista a Obediencia, grupo de Madrid, siento la tardanza pero coordinar muchas cosas no es tarea fácil a veces, voy al grano y os dejo con la entrevista. Entrevista de Arturo para Liquidación total fanzine.
¡Os esperamos mañana!
¡No me seáis desobedientes!
Entrevista a Obediencia
1) ¿Cuándo,
cómo y por qué nace Obediencia?
Fue en 2009 cuando dos de nosotros, Suso y Víctor, nos
juntamos junto con otro chico a la batería sin otra pretensión que echar cuatro
ratos. Estuvimos un tiempo, pero el tema de las
voces no nos convencía; Suso por aquel entonces cantaba en Rumania y en
Obediencia quería solo tocar el bajo y Víctor igual, quería que Suso sólo
tocara el bajo, así que vino a probar Joana y no hubo dudas, tenía que
quedarse. Al poco tiempo el chico que tocaba la batería nos dejó porque se aburría y ya en febrero de 2010 entró Mario y quedó el grupo tal y como está
ahora.
2) Tenéis
dos EP’S editados hasta la fecha, el primero que salió en 2011 y otro que salió
recientemente. ¿Por qué transcurre tanto tiempo entre uno y otro y que
evolución hay entre ambos?
No es algo premeditado, tan sólo es nuestro ritmo, y puede
que ese sea el secreto para seguir soportándonos tras 5 años juntos. A nivel
compositivo tampoco somos nada prolíficos aunque también es verdad que hemos
tenido varios parones, tanto por causas ajenas, como propias. A veces pensamos
que el siguiente puede ser nuestro último concierto y cuando lo terminamos y
nos ponemos a charlar empezamos a pensar en grabar un LP. ¿Tú notas alguna evolución entre los dos EP’s?
Yo ninguna, me parecen otros cuatro temas cortados por el
mismo patrón y grabados de la misma manera. Y lo siguiente, si hay, seguirá
siendo la misma mierda.
3) ¿Hay
que ser muy obediente para poder tocar en Madrid en unas condiciones mínimas?
Nosotros lo que somos es muy dejados. Nunca buscamos
conciertos, ni los montamos. Vamos ensayando cada semana (o cada dos, tres,
etc.) hasta que suena el teléfono, llega un e-mail o nos abordan por la calle
para preguntarnos si queremos tocar. Muchas veces nos toca decir que no porque
¾ partes del grupo tienen conexiones fuera de Madrid y aprovechan cualquier
ocasión para huir.
4) En
los últimos años las corbatas, los imperdibles y lo políticamente incorrecto se
ha trasformado en oscuridad y ritmos más siniestros. ¿Estamos ante una moda
dentro del punk o esto va en serio?
Si hablas de modas hablas de reglas y de códigos de
vestimenta, y todo eso no nos interesa en absoluto, no sentimos la necesidad de
etiquetarnos ni, por extensión, de etiquetar a otras personas o grupos. Solo
intentamos mantenernos fieles a nosotros mismos, pero sin tomarnos muy en
serio.
5) El
próximo 19 de Marzo estaréis tocando junto a King Cayman y Sagrada Familia ¿Por
qué deberíamos ir a este concierto y por qué deberíamos ver a Obediencia?
Porque puede ser la última vez que nos veáis.
6) ¿En
un futuro os veis en otros grupos haciendo estilos totalmente diferentes como
rumbas o coplas?
Joana ya hace algo así con Juana Chicharro. El futuro es
ahora.
7) ¿En
ocasiones escucháis voces?
Voces y sotto voces. La pregunta interesante hubiese sido si
hacemos caso a esas voces.
8) Gracias
por la entrevista, añadid lo que queráis
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